Cuarto Camino

Había abandonado la escritura.
En muchas ocasiones, uno se siente sobrepasado por las labores domésticas, las mujeres por ejemplo, o por las labores profesionales, en el caso de ambos hombres y mujeres.
Pero sentirse abrumado por los deberes, no mitiga la sensación y la necesidad de comunicar nuestros sentimientos. O la necesidad de alcanzar la paz que hemos descubierto a través de la meditación, de "aquietar" el alma, y especialmente "la vitrola" usualmente denominada "la mente".
Tal vez sucede normalmente en estas fechas de fin de año. Cuando nos abruma la navidad, las fiestas de curso, las cuotas de curso, los regalos, la familia, etc.
Lo único que me devuelve la paz necesaria es la meditación casi a diario, los ejercicios holísticos matutinos, el detenerse a sentir el olor de las flores, la luz del sol cuando recién se vislumbran unos rayos desde atrás de la cordillera, y disfrutar del silencio de mi soledad (cuando la tengo).